Joder, que sí. Hazme caso, el otoño es bonito. Y no sólo por
los colores. Vale, se nos cae el pelo a puñados, se nos hace cuesta arriba el
día de lo cansados que estamos, tampoco ayuda que a las 18:00 empiece a
anochecer…. Pero te digo que el otoño tiene su punto.
Es la época de enfocar el curso. Aunque lleves trabajando
desde agosto, es ahora cuando te planteas mirar un poco más lejos que el
mañana inmediato.
Las hojas se caen para que nazcan unas nuevas, verdes,
fuertes, que aguanten el chaparrón. Dejan paso las marchitas a las mejores, las
renovadas que hacen que el árbol sea el más bonito y floreado de la primavera,
el que en verano sea el que más sombra dé. Las hojas del otoño me hacen pensar. Me pongo tontorrona con ellas.
Para. Mira. Respira. Toma impulso. Igual, si se te ocurre
hacerlo con detenimiento descubres una nueva mirada, una nueva vista. Y… así te
enamoras del color ocre, granate, amarillo del paisaje, de que los días grises
de lluvia tienen su encanto. O te enamoras de quien tú quieras.
Y lo mejor de todo, tienes frente a ti a todo un curso, un año al que contarle todos los proyectos y cambios que vas a hacerle. Un curso para cumplir los objetivos que te has marcado. Ahora bien: comenzar, comienza todo el mundo, pero terminar, eso… no todos lo logran, quizá eso sean los nuevos héroes. Que no se te caiga la tenacidad en el camino, que no pierdas la perseverancia en febrero.
Y lo mejor de todo, tienes frente a ti a todo un curso, un año al que contarle todos los proyectos y cambios que vas a hacerle. Un curso para cumplir los objetivos que te has marcado. Ahora bien: comenzar, comienza todo el mundo, pero terminar, eso… no todos lo logran, quizá eso sean los nuevos héroes. Que no se te caiga la tenacidad en el camino, que no pierdas la perseverancia en febrero.
Sabemos, tanto tú como yo, que habrá caídas, algunas de
ellas con heridas que seguirán curándose incluso cuando acabe el año. Sabemos
que será difícil, pero así, sabemos que lo valoraremos más.
Es el momento de despojarnos de todo aquello que nos retrasa
en la vida. Esos pesos innecesarios que nos atan, que nos quitan la libertad y
nos enjaula para impedirnos volar por donde queremos. Volar alto, por donde nos
dé la realísima gana.
También es el momento de descubrir en lo que quieres
invertir tu tiempo. Para algunos serán los idiomas, para otros descubrir un nuevo
hobby,… pero ojo: que no sea el objetivo de este curso sobrevivir. No vale eso
solo, no somos animalicos. Aspira alto.
Escoge la montaña que quieras escalar y sube a lo más alto.
Que no te avergüence pedir ayuda, las expediciones nunca se hacen en solitario.
Si tienes que mirar abajo, que sea para ver todo lo que has recorrido.
Habrá etapas más sencillas, otras más costosas. Pero sube, no
dejes de luchar por llegar. Y cuando hayas llegado a la cumbre, busca otra
montaña.
Pero, cerciórate de llevar la equipación adecuada. Vete
preparado. Tu aliado, la tenacidad y la esperanza para coronar la cima con tu
firma. Siempre que hay una lucha, hay una decisión. Así que… esmérate en elegir
bien.
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