jueves, 13 de diciembre de 2012

Elogio a la sencillez

Las cosas son sencillas, fáciles. Somos nosotros las que las complicamos. Nos mola, así hacemos esto interesante. Pero muchas veces esto choca con lo práctico. Hagamos las dos cosas, una vida interesante pero que sea práctica. ¿Cómo? aplicando los principios básicos de la convivencia, desde el tener una educación cívica (para con los demás) a tener un respeto por nosotros mismos, vamos dejar los límites del ser humano que son los mismo desde el inicio de los tiempos: el egoísmo y la soberbia.

Hubo un anuncio de una reputada marca de coches, que hacía alusión a las listas.... así que adoptaré este método tan americano para hacer la vida más sencilla.

Paso uno: fuera prejuicios. Muchas veces pasamos al juicio en directo, sin pasar por el paso cognitivo, sin conocer. Y entonces basándonos en nuestro prejuicios actuamos. Apliquemos ahora la sencillez. No conozco, parto de esa humildad para conocer por mí mismo y luego elaborar yo mismo un juicio que me hará actuar de una determinada manera en función de MIS principios y no de los del vecino. La de oportunidades que perdemos por esto. Todo innecesario, lo que no nos haga mejorar fuera.

Paso dos: banalidades aparte, reivindico el no de superficialidades y frivolidades... el no depender de las cosas materiales porque estas se queda en casa nos hace un poquito más libres. Las cosas más sencillas son con las que más se reflexiona y con las que más se aprende y en ocasiones no están atadas a nada físico. Miremos un poco más arriba, a ver que pasa.

Paso tres: tener las cosas claras. Si tienes las cosas claras, eres coherente con ellas, sino NO. Y por desgracia hay gente que ni siquiera tiene ideas en el coco. Ser coherente implica ser leal contigo mismo, si no eres fiel contigo mismo ¿por qué lo vas a ser con los demás? Es lo básico y lo más lógico pero también lo más difícil. Pero las gratificaciones que la coherencia produce son ilimitadas, ya que estas feliz por actuar conforme a lo que piensas y eso lo notan los demás. "Deja de pensar como vives y vive como piensa", queda claro, ten personalidad.

Paso cuatro: Tolerancia y respeto. No llegarás a nada en la vida sin estas dos virtudes, si no escuchas no aprenderás, y si no respetas no exijas luego que lo hagan. No se creó el mundo solo para una persona, hay que convivir.

Paso quinto: Fortaleza. Gracias a ellas, llevamos a cabo nuestros proyectos, nuestras ideas, y gracias a ella somos coherentes, entre otras muchísimas cosas. Con esto los miedos quedan fuera, y no son un impedimento para continuar. Con fortaleza conseguimos nuestros sueños.

Paso sexto: No crear conflictos, tendemos a dramatizarlo todo y a maximizarlo. A veces lo complicamos todo nosotros por falta de comunicación. NO ESCUCHAMOS, solo hablamos. Nunca conoceremos todas las circunstancias que envuelven a una persona, y por tanto no conoceremos lo que significa tal o cual cosas para alguien. Lo mismo una tontería para nosotros es una ofensa para el otro. Muchas veces nos ayudará en este paso la prudencia, esa gran virtud que ya Aristóteles alagaba.

Paso séptimo  Si no mejoras el silencio cállate. Muchas veces hay comentarios que no aportan nada y que lo único que producen es daño. Todos podemos llegar a ser muy ocurrentes, pero si esa ocurrencia puede hacer daño al otro mejor no la digas. Podemos ser muy crueles cuando queremos, pero ¿para qué queremos ser así?

Paso octavo: Ríete. No hay mejor cosa que reirte. Liberas tensiones y lo mejor de todo... ¡es contagioso! Ante cada problema podemos escoger la sencillez y sacarle una parte positiva con su sonrisa correspondiente, vaso siempre medio lleno colega.

Paso noveno: Relájate. Siempre habrán conflictos, momentos malos, desgracias y dolor en nuestras vidas, pero recuerda que es el enfoque que le das lo que hace que te desmarques. No te preguntes tanto el porqué y adelántate: acéptalo.  Con esto no digo que te conviertas en un conformista, pero hay cosas irremediables, así que no te quedes en el pasado, piensa en el futuro. El misterio del dolor es eso... misterioso.

Paso décimo: humildad, que es lo que te lleva a la veracidad. Es distinto ser humilde a ser tonto, pusilánime... em, no gracias. Hay que estimular no que forzar, olvidarnos de nosotros mismos y dejar el placebo de la felicidad fuera de nuestras vidas. Si miras desde los ojos del humilde no verás obstáculos verás retos, y descubrirás todas las posibilidades que ofrece cada persona, cada lugar, las posibilidades que ofrece la vida.


3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Toda la razón.........

    ResponderEliminar
  3. Cierto, provocador y rebelde. Pero hay que ser así ¿no? No se puede caer en el inconformismo. Por eso, aun que no lo hayas buscado eres un ejemplo, se podrían hacer autenticas meditaciones con tus artículos!! :)

    ResponderEliminar