¿Qué está pasando en Egipto? Solo hay revueltas e inestabilidad,... ¿por qué?
Son ya varios los días en los que
se respira un ambiente tenso en Egipto. Protestas y manifestaciones en las
calles porque no hay un acuerdo en la Constitución. Son varios temas que son los susceptibles a
cambiarse como por ejemplo el problema de la restricción de libertad de culto o
algunos derechos fundamentales.
Hoy, lunes 10 de diciembre, día
internacional de los Derechos Humanos, el presidente egipcio Mohamed Mursi ha recurrido al ejército para proteger el referéndum del próximo sábado para la
nueva Carta Magna egipcia.
Según el decreto aprobado hoy por la Presidencia,
el Estado trabajará con la policía y el ejército quienes podrán arrestar a
civiles. Los militares cooperarán con la policía para "preservar la seguridad
y la protección de las instalaciones vitales del Estado".
Este decreto llega un día antes de que se produzcan las
manifestaciones organizadas por los opositores de Mohamed Mursi y su actual
gobierno. Estas manifestaciones están convocadas por el opositor Frente de
Salvación Nacional (que lidera el premio Nobel de la Paz) Mohamed el Baradei.
La oposición considera una "farsa" el proyecto de Constitución y piden su anulación mientras que los islamistas
defienden "la legitimidad" de Mursi e instan a votar "sí"
en la consulta. Por esto cientos de manifestantes han realizado la madrugada
del sábado pasado una sentada frente al palacio presidencial, en la plaza
cairota de Tahrir, protestando contra los cambios legislativos que el presidente Mursi pretende.
En un acontecimiento de este tipo fallecieron seis personas el pasado miércoles y cientos resultaron heridas cuando un grupo de personas afines a Mursi arramblaron la sentada organizada frente al palacio presidencial. Por su parte, miembros de los Hermanos Musulmanes han desmentido la autoría de este acto.
En un acontecimiento de este tipo fallecieron seis personas el pasado miércoles y cientos resultaron heridas cuando un grupo de personas afines a Mursi arramblaron la sentada organizada frente al palacio presidencial. Por su parte, miembros de los Hermanos Musulmanes han desmentido la autoría de este acto.
La ONU ya se pronunció y advirtió este viernes 8 de diciembre
que este modelo de constitución atenta contra los derechos humanos. "La
falta de una participación inclusiva de varios actores en Egipto en la
redacción del borrador de la Constitución es un asunto de gran preocupación y
una de las principales razones de la desastrosa situación que se ha venido
desarrollando en Egipto en las últimas dos semanas", advierte Pillay en un
comunicado. Pillay avisa también
sobre algunas "omisiones y ambigüedades muy preocupantes" en materia
de derechos fundamentales que hace esta Constitución "más débil" que
la de 1971.
Barack Obama se pronunció también alegando que es
imprescindible el diálogo por varias partes para llegar a una democracia.
El vicepresidente egipcio, Mahmud Meki, ya declaró que el presidente Mursi está dispuesto
a aceptar un aplazamiento del referéndum sobre la Constitución del
próximo día 15: "el presidente está dispuesto a aceptar el retraso del
referéndum con la condición de que blinde este aplazamiento de recursos ante la
Justicia".
La votación sobre la Constitución se produce en momentos en
que Egipto atraviesa su peor crisis política desde la elección de Mursi en
junio pasado. Un decreto presidencial publicado el 22 de noviembre pasado por
el cual Mursi ampliaba sus poderes desencadenó la crisis.
Los principales enfrentamientos tienen que ver con la
'sharia', la ley islámica, en la legislación egipcia, la condición de la mujer
y algunas libertades públicas.
"Estamos aprendiendo. Aprendemos a ser libres. Nunca
habíamos conocido eso antes", declaró Mursi en una entrevista concedida al
semanario estadounidense Time Magazine. "Aprendemos a debatir. A tener
opiniones diferentes. A ser mayoría o minoría", agregó el presidente
egipcio.
Tras este escenario tan inestable
se está “creando” la nueva constitución egipcia. Esperemos que las revueltas de
la primavera árabe no desemboquen en otro régimen similar por el que lucharon
cambiar.
Y es que la democracia tiene su
precio, tras el régimen de Mubarack a Egipto le toca ya un poco de democracia,
dejando los totalitarismos y el populismo pero cuando no se quiere saber lo que es esto, se suman
las dificultades.
Helena Rodríguez Torres.
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