jueves, 8 de noviembre de 2012
el trabajo de llevar una revista como VOGUE
YOLANDA SACRISTÁN: Directora de Vogue.
Yolanda comenzó sus andaduras en este mundo del periodismo gracias a su amor por los informativos. Comenzó con el periodismo de investigación como su referencia, pero pronto se dió cuenta de que no estaba preparada para ello en una entrevista.
Tras un ataque terrorista le tocó cubrir como buena becaria a la chica a la que le estalló la bomba en las manos. Al acudir a su casa a entrevistarla y verla se echó a llorar. Se preocupó por no saber contener la emoción, de modo que esto se convirtió en un punto de inflexión en su carrera.
Más tarde fue redactora de belleza de la revista Ragazza. Por esta revista empezó desde cero hasta ser redactora jefe, pasando por todos los puestos de trabajo, conociendo así cada lugar en el que pueda trabajar un periodista. Ella, considerada por sí misma incapaz de hacer estilismo, es ahora la directora de la revista Vogue.
Tras veinte años en Vogue confiesa que jamás ha hecho la producción de un número normal, que siempre hay algún imprevisto que cubrir. En este puesto ha descubierto que sin organización, sacar un número es imposible, de hecho, en Vogue trabajan con 6 meses de antelación, teniendo la reunión semestral, donde ya van definiendo los próximos seis ejemplares. Teniendo un plan B, C, D.... preparados para cualquier cosa.
“Yo no tengo que saber de todo, sino que tengo que rodearme de gente que en su campo y terreno sea la mejor”. Así se mostraba Yolanda Sacristán cuando hablaba de sus capacidades. Además añadía un consejo: “debes tener claro cuales son tus virtudes y cuales son tus carencias”. Por eso adquiere tanta importancia la profesionalidad de aquel o aquella que trabaje en Vogue, porque delega en cada una de las funciones de la revista, ya que como ella misma dice: “soy incapaz de elegir un color, no sé combinar”.
Para esta periodista hay unos valores fundamentales en el periodista:
La anticipación a los acontecimientos, el ir un paso por delante.
El inconformismo, el no conformarse con un “no”, eso no existe en el vocabulario del periodista.
Y el sentido común, no tan común tal y como ella misma lo dice. Y por último la adaptación. El periodista debe adaptarse a los nuevos medios y tiempos, en nuestro caso a la tecnología, pero teniendo presente quien es el target o público al que va dirigido la entrevista.
Además añade que la profesionalidad y la seriedad son fundamentales ya que la credibilidad del medio dependen de ello, por eso Vogue realiza las entrevista “cara a cara”, realizan sus propias fotos, etc. Por eso tiene lo mejor en los mejores puestos.
Recalca además el factor desmitigador: “En el fondo es un trabajo, no mi vida, sino una parte de ella, de modo que si pierdo el trabajo no pierdo mi vida”. Por eso se muestra optimista: “estamos haciendo una cosa preciosa, pero si sale mal no se muere nadie”.
Es cierto que la portada es lo más importante, pero ella con su sello personal quiere la excelencia, que todo sea bueno: una buena portada, unos buenos contenidos,... que estén trabajados y que no haya solo belleza y moda, incluye también decoración, algún tema social, etc. Habla de un equilibrio en la revista.
Con esto recuerda el número de Vogue de las ministras de Zapatero. Cuando fue elegido presidente Zapatero nadie conocía a las ministras, de modo que sin contacto alguno con la Moncloa y a base del trabajo más artesanal (tirando de agenda) consiguieron reunir a todas para hacer ese reportaje que salió en agosto y que tuvo una gran repercusión a nivel mundial, marcando un punto de inflexión en la revista.
Para los futuros profesionales deja estos consejos Yolanda Sacristán donde su máxima es “hay que hay que focalizar las carencias y suplirlas”.
1. Tener voluntad y ganas de hacer cosas. Tener inquietudes.
2. Sentido común.
3. No a los miedos, nada de asustarse. Si algo sale mal “eso que me llevo”.
4. “No os pongáis vosotros la cortapisa y adelantaros”.
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