Tras las experiencias compartidas de 4 voluntarios, dos chicas y dos chicos a los campos de trabajo de Kenia y de Camerún respectivamente, se invita a los alumnos universitarios a participar en las distintas actividades que oferta esta universidad.
Por ejemplo, el proyecto “mejor amigo” que consiste en ser amigo de una persona discapacitada y hacer planes con ella cada semana o cada quince días, como si lo hicieras con un amigo.
También está la actividad de “Café y manta” donde se reparten cafés y mantas a los indigentes que se encuentran viviendo en la calle. Además hay actos puntuales como las campañas navideñas o un concierto el 17 de noviembre en la discoteca Cats de Madrid, por el precio de 15 euros cuya recaudación irá a los proyectos que se están llevando a cabo en Kenia.
En el proyecto de Kenia las universitarias pintaron y reconstruyeron una escuela, impartiendo clases como las de educación física. Pero se encontraron con más de un problema de carencias, el principal fue este, dicho así por los profesores autóctonos: “los niños africanos están más cerca de los animales que de las personas”. Esto limitaba mucho la forma de educar, dado que a cada falta leve de los pequeños alumnos implicaba una paliza, con palos de madera según su tradición. Como consecuencia del impacto que esto causó en las jóvenes voluntarias, decidieron coger todos los palos que tenían esta utilidad y a modo de protesta los rompieron.
Con esto intentaron inculcar otros métodos de enseñanza, lo que se enseña con cariño y amor se queda en la memoria. El director junto con varias profesoras en una reunión con las voluntarias solo despreciaba este sistema... pero solo en un primer momento, porque al final de su paso por Kenia, las cosas empezaron a cambiar.
Las chicas además encontraron un armario lleno de material deportivo nuevo que no sacaban a los niños justo por este motivo, porque era demasiado “bestias” según ellos, y lo rompían todo, pero a veces se les olvida ¡que SON NIÑOS!
Kenia fue colonia hasta 1963, por lo que es un país independiente joven y por ello es por lo que aún ven a los extranjeros con desconfianza. Y por tanto se envuelve todo en una impotencia que los propios voluntarios vivieron.
Los chicos por el contrario les tocó un trabajo más físico, pintar y cavar. Además de las actividades que realizaron con los más pequeños de Camerún. Niños que se sorprendían de estos españoles que, cada vez que salía el sol, se tumbaban aprovechando los pocos rayos de sol que se dejaban ver tras las eternas lluvias.
El ir empujando la furgoneta que les llevaba al colegio era casi el día a día, no sabías cuando te iba a dejar tirado, pero te iba a dejar en algún momento.
Ambos grupos coincidieron en una cosa, a pesar de las carencias de necesidades básicas, lo que nunca faltaba era una cosa.... la sonrisa. A pesar de vivir en unas condiciones casi inhumanas siempre estaban sonriendo y agradecidos por la ayuda recibida, tanto los niños como los adultos encargados de cada campo de trabajo.
En un campo de trabajo lo principal es saber a donde vas. Y saber que no vas solo, que tienes que convivir con gente. Es muy importante la convivencia ya que no es un viaje de placer sino que es un viaje para ayudar a otros. Por eso el buen ambiente es fundamental y es lo que determina la estancia en esos días. No estas solo, has ido a cuidar a muchas personas. Tienes que estar preparado para cualquier cosa.
Villanueva solidaria es una plataforma que nació de alumnos para alumnos, y sin ellos no se puede mantener. Se necesita gente generosa, con inquietudes, con ganas de ayudar y con ganas de pasarlo bien. Recordemos que estos valores son propios de nosotros, los jóvenes, jóvenes de mente no de edad.
Pero hay que recordar que la solidaridad no es solo satisfacerte y realizarte como persona, sino ayudar a OTROS. Ser voluntario es una actitud, que forma parte de tu vida, y difícilmente puede ser una actitud si no se lleva a cabo con frecuencia, no puede ser algo esporádico.
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