¿Generación perdida? No. No perdamos el poco norte que nos queda. Me jode que me incluyan ahí. Yo no estoy perdida. Tengo una licenciatura, y a
punto de terminar un máster a mis espaldas. ¿Perdida? ¿Cómo funciona esto? Yo
estoy muy encontrada, lo que está perdido es el trabajo y la ilusión. Y eso no ha sido mi culpa.
Nos dicen que seamos honrados, pero roban. Nos dicen que
estudiemos idiomas, pero son incapaces de escuchar una conversación en inglés
sin traductor. Nos dicen que respetemos a los mayores, pero a los que cumplen los
45 y están en el paro no les vuelven a a dar trabajo, no les dan una oportunidad. Nos
dicen muchas cosas pero hacen lo que les sale de los huevos.
Perdónenme, pero no nos educamos solos. Osan llamarnos ‘generación
perdida’ a una generación que no ha tenido líderes, una generación que ha sido
guiada por ciegos inútiles.
Y ahora somos nosotros los que tenemos que empezar a reconstruir
lo que la avaricia derrumbó. ¿Tanto cuesta la apariencia? Nos ha salido caro el
asunto de la especulación. Nos plantean un problema que nosotros tendremos que solucionar. Y sin duda lo solucionaremos. No es una mera queja, sino que es para que miremos el horizonte, un poco más lejos.
No quiero que mis años universitarios se definan como ‘lo
años de la crisis’. Ha habido crisis, pero de ideas. Hay crisis, pero por no escuchar
lo que se estaba gritando. Y ahora tenemos que resignarnos o irnos fuera a
intentar buscar un futuro porque el presente no se puede ni nombrar, se supone que ya está perdido.
Soñamos con terminar nuestra carrera y empezar a
emanciparnos, a trabajar en aquello que hemos estado preparándonos durante 5
años. Trabajar para cambiar la sociedad, para que haciendo bien nuestro trabajo
podamos avanzar juntos. Pero ahora, para avanzar tenemos que irnos. No podemos
hacerlo aquí.
De toda la vida cuando juegas en casa te sientes grande.
Ahora no. Ahora está jodido. Ahora si te quedas, tienes más inseguridad y más
precariedad. Becarios hasta los 35. ¿Y si queremos tener nuestra propia vida?
No, no podemos. Ahora toca salir de la crisis y no valen los sueños. Lo que vale
es comer.
Me niego a no soñar. Lo que tenemos que alimentar es nuestra
ilusión. Nuestras ganas. Como esa frase que se ha hecho tan viral: ‘Somos
demasiado jóvenes para estar tan tristes’. Empecemos a cambiarla por ‘Somos
demasiado jóvenes para rendirnos’. Me niego a resignarme. No debemos hacerlo.
Toca luchar, pelear, enseñar e iluminar a las generaciones que vengan a hacerlo
bien. Que seamos buenos guías, como aquellos que nos hubiera gustado tener. Y lo haremos sin ninguna campaña electoral por delante. Que
no se llame nunca más a una generación ‘perdida'.
Veamos los nudos como lazos, como retos. Desatemos los nudos
que entorpecen nuestra vida. Igual necesitamos una ayudita, pero tenemos la humildad para pedirla. Empecemos de verdad el cambio.
Canción: 1932 (M.O.D.A)
Libro: La vida es sueño.
Canción: 1932 (M.O.D.A)
Libro: La vida es sueño.
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