miércoles, 18 de julio de 2012

Todo lo que hay detrás de los términos "tormenta perfecta" o "burbuja inmobiliaria"

Don José Barta Juárez, es licenciado en Derecho y Diplomado en Dirección de empresas por el IESE . A lo largo de su vida profesional ha presidido y representado a diversas empresas financieras, medioambientales e inmobiliarias en España, entre las que se encuentran INTECNISA, Intec Consultores y Oncor Internacional; ha asesorado en materia medioambiental al antiguo INI, a los Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña, al Puerto Autónomo de Barcelona, Petromed (hoy Repsol), etc., y en temas inmobiliarios a Unión FENOSA, Inmobiliaria Telefónica, AENA (Aeropuertos Nacionales), HINES, FIAT Internacional, etc.

En la actualidad es consultor estratégico de distintas empresas, entre las que destaca REALIA; consejero de la consultora Benyaque; administrador de VZA Marketing.

Asesor de Urbanismo y Medio Ambiente de la Fundación Encuentro.

Ha sido profesor de Análisis de Inversiones Inmobiliarias en el Master de Banca y Finanzas, del Centro de Formación de Garrigues (Primer despacho de abogados de España), desde su fundación, durante cinco año. Actualmente preside el Consejo Editorial de Flash Inmobiliario.

Escribe periódicamente tribunas e informes en ABC, Gaceta de los Negocios, El País y Mi cartera Inversión, y pronuncia numerosas conferencias para profesionales del Sector Inmobiliario, en foros como el Instituto de Fomento Empresarial.



Pregunta: Sr. Barta, ya usted en 2004-2005, vaticinaba una gran crisis ¿en qué se basaba para llegar a esa conclusión?

José Barta: Realmente la primera vez que hablo sobre la insostenibilidad de la evolución de precios y el exceso de construcción de viviendas en España es en un informe que elaboro en noviembre de 2002 y que publica la Fundación Encuentro en marzo de 2003, con el título  NOTA SOBRE SUELO Y VIVIENDA, formando parte de su Informe Anual sobre España 2003.
Ya entonces demostré que el crecimiento de los precios en los diez años anteriores se había incrementado una media del 10% anual, muy por encima del crecimiento salarial, situándonos tan solo detrás de Irlanda y Holanda en cuanto a incidencia en la renta familiar. En cuanto a producción ya entonces estábamos construyendo anualmente tantas viviendas como Alemania, que tenía un parque desastroso (en la parte de la antigua República Democrática Alemana) que precisaba sustituir, al tiempo que casi nos doblaba la población.
La tendencia era insostenible en precio y cantidad. Lamentablemente no solo no se corrigió, se acentuó, llegando a construirse anualmente en España más viviendas que en Alemania, Francia e Italia juntas.


Pregunta: Usted acuñó el término “Tormenta Prefecta” que tanto se ha repetido ¿Cuándo y cómo fue?

J.B: Realmente tuvo mucho que ver con mis relaciones con los profesionales del periodismo. Surgió en unas conferencias que daba a periodistas, en la sede de la APIE (Asociación de Periodistas de Información Económica), a finales de febrero de 2008. Buscaba una expresión rotunda, acorde con la imagen que yo tenía del futuro, así como de la inevitabilidad de dicho acontecimiento, al menos para el sector inmobiliario en su conjunto. Así surgió la “Tormenta perfecta” y lo recogieron diarios, como el País y el Mundo. La expresión tuvo bastante éxito. El suficiente como para que algún otro intentara quitarme la autoría, pero está publicado, en español y en ingles, en los diarios citados, en la primera semana de marzo. Cuando el prestigioso gestor de fondo norteamericano, y profesor universitario, Nuriel Roubini la empleó por primera vez, aplicándola a las perspectivas financieras mundiales (mantiene que se producirá en el 2003, a nivel mundial), tuvo la elegancia de citarme, algo que todavía no se ha producido por parte de ninguno de los profesionales españoles que la han empleado.
La expresión ”soufflé inmobiliario”, con la que trataba de manifestar la gran diferencia entre la evolución de las burbujas financieras y la de las burbujas inmobiliarias no alcanzó el éxito de la anterior, perviviendo la, para mi menos descriptiva, de “burbuja inmobiliaria”.


Pregunta: Ya previó la nacionalización de Bankia ¿Qué futuro cree que le espera?

J.B.: No fue nada difícil prever la inviabilidad del BFA, matriz de Bankia, sabiendo la realidad de sus activos inmobiliarios, por ello tampoco resultó difícil prever la posible evolución de Bankia. Lo que me ha resultado increíble es la falta de honradez profesional de tantos “expertos” como han intervenido en el proceso desde su inicio, dándola todo tipo de parabienes. Bankia es un claro ejemplo, no el único, de que el trasfondo de esta crisis tiene sus raíces en la pérdida de valores éticos por parte de nuestra sociedad, en particular por parte de los sectores económicos más poderosos. Obviamente siempre existen excepciones personales, si bien cada vez las mido más por sus resultados exitosos, que suelen ser inversamente proporcionales a la efectiva defensa que hacen de valores morales.
¿Qué futuro le espera a Bankia? En su situación actual ninguno. Será incapaz de recuperarse en menos de quince años, y tengo serias dudas de que lo consiga en más; lo que sucede es que el Gobierno procederá a liberarla de sus activos tóxicos – esa es la finalidad del “banco malo”, al que actualmente se denomina FROB – prorrateando las pérdidas entre todos los contribuyentes en España (españoles o no). Solo así quedará un resto medianamente sano, si bien poco competitivo, que será vendido a un tercero a precio de saldo.

Pregunta: El 25/11/2007 usted publicó un artículo titulado "Su piso va a perder valor". ¿Qué comentarios originó su opinión? 

J.B.: En España adelantarte sistemáticamente a la evolución del mercado, aunque parezca lo contrario, pone a prueba la “autoestima”. Aquellos que perciben que estos pronósticos afectan a sus intereses, en lugar de buscar el cómo reconducir en su ámbito las secuelas negativas, anticipándose a los acontecimientos, lo que buscan es desacreditar al profesional que diagnostica, y de la manera más burda: terrorista, agorero, tremendista, ignorante, muerto de hambre son adjetivos más usados de lo que pudiera parecer. Lo mismo cabe decir de las maniobras para evitar que te publiquen y que te contraten como asesor en otras empresas.

En cuanto a mis clientes tuve la satisfacción de comprobar cómo la mayoría ponía los medios para corregir el rumbo seguido hasta ese momento. Desgraciadamente no sucedió con todos. Más tarde descubrí como una importante empresa cotizada, a la que asesoraba, no solo no me había escuchado respecto a ser extraordinariamente prudentes en la compra de solares – esto lo comencé a comentar en el año 2004 -, se habían embarcado en la compra de suelos rústicos en la costa española, lo cual les trajo fatales consecuencias. Me di cuenta de lo difícil que llega a ser comunicar a los demás algo que para uno es evidente. Desde entonces procuro argumentar más a fondo mis diagnósticos, y procurar seleccionar más atinadamente aquellas personas de cada estructura que debe recibirlos, en función del tipo de decisión que se deba adoptar.


Pregunta:  En la actual crisis económica, ¿quién ha tenido más culpa: la burbuja inmobiliaria, o los bancos?

J.B.: Existen distintos planos ya que se produce una confluencia de crisis internacional con crisis regional (zona euro), y de estas con elementos propios de la crisis española.
La interactuación, en España, entre la crisis financiera y la inmobiliaria constituyen una unidad inseparable, de aquí que las entidades financieras que mejor están son aquellas que menor exposición han tenido al llamado “ladrillo”.

Pero si quiere que le apunte el colectivo posiblemente más responsable de la actual crisis que vivimos tengo que señalar principalmente a nuestros políticos. Ellos fueron los que controlaban a los gestores de las Cajas de Ahorros, llevándoles a adoptar decisiones del máximo riesgo, en demasiadas ocasiones en beneficio de algún promotor inmobiliario “amigo”. Son estas entidades las que han acumulado la gran mayoría de riesgos insostenibles. Son los políticos que gestionaban los Ayuntamientos y la Comunidades los que descubrieron en el sector inmobiliario una “mina de oro” para, en el mejor de los casos, acometer la ejecución de proyectos insostenibles en el tiempo, y en el “menos mejor de los casos” para ampliar plantillas de funcionarios y contratados laborales, de forma electoralista, a los que resultaría imposible pagar si se acababa el boom (en el peor de los casos le sugiero mire a los tribunales de justicia). Los políticos animaron a los ciudadanos en una espiral de gasto, impropia de nuestra capacidad económica real. Sobre este caldo de cultivo se produjo la expansión del crédito, con el consiguiente beneficio de entidades y directivos,  y con él la venta de viviendas “segundas” y hasta “terceras”, en una euforia de enriquecimiento que no tenía ningún soporte en la realidad del país.



Pregunta: La caída del sector inmobiliario ¿ha tocado ya suelo?

J.B.: No. Dado que las principales inmobiliarias del país son los bancos, se tocará suelo – o se estará muy cerca de él – en el segundo semestre del próximo año, cuando ya sea efectiva para la totalidad de entidades los descuentos, en el valor de los inmuebles adjudicados o que garantizan un crédito, establecidos la última reforma financiera aprobada.

Pregunta:  ¿Qué futuro próximo se le ve a este sector? ¿cual sería el camino para que se recupere?

J.B.: La recuperación del sector inmobiliario ira a remolque de la recuperación del resto de los sectores económicos españoles, y en concreto el de la vivienda dependerá en gran medida de la recuperación del empleo, y de la renta disponible de las familias. Siempre ha sido el sector inmobiliario un sector servicio al resto de las actividades, por lo que su valor real depende del valor añadido que aporta a cada actividad. 

Desgraciadamente algo tan simple como esto ha permanecido olvidado por mucho tiempo, y aun hoy será una sorpresa para más de uno de sus lectores, y no me refiero a estudiantes universitarios, apunto más arriba.


Por lo expuesto algunos proyectos no valen nada y no valdrán nada nunca (entiéndase por nunca un periodo inferior a veinte años), lo cual en el sector inmobiliario es sinónimo no de valor cero, de valor negativo, ya que no tienen comprador, no producen rentas y encima gastan (IBI, otros tributos municipales, mantenimiento, gastos de comunidad, seguros, etc., en función de su situación urbanística). Estos inmuebles en el mundo anglosajón sale más rentable económicamente derribarlos. Casos de estos veremos en España, no solo en la costa, estoy también pensando en algunas urbanizaciones desérticas en el interior. Los propietarios de estos inmuebles quizás no puedan subsistir ya sean una inmobiliaria o una entidad financiera. Mi mayor preocupación es la decidida intención de las últimas Administraciones (las de Zapatero y la actual) en no dejar caer a ninguna entidad financiera, lo que retrasará la recuperación de la economía real al asumir el Estado las perdidas correspondientes, originando un mayor Déficit y una disparatada Deuda Pública, con la consiguiente necesidad de mantener altos niveles de recaudación impositiva, que es el camino marcado por “Bruselas”, y el que están siguiendo Irlanda y Grecia.



Pregunta: En nuestro sector financiero, hemos entrado en una espiral, en la que día a día, aparecen noticias cada vez más alarmantes ¿qué está ocurriendo?

J.B.: Le daré una sola respuesta, que ya he dado en alguna emisora de radio y que he publicado, yo no sé que inversores internacionales conoce el Gobierno español, a los que yo conozco lo que realmente les preocupa es nuestra capacidad de generar riqueza, el endeudamiento es secundario, siempre que nuestro tejido productivo se perciba sano y con capacidad de crecer. Esto es lo que da garantías de recuperar lo prestado, y esto es lo que no tenemos. Es más esto es lo que perdemos día a día con el crecimiento del desempleo. Y es esta misma realidad la que hará inviable la recuperación de aquellos bancos con problemas que tengan más del cuarenta por ciento de su negocio bancario en nuestro país.


Pregunta: ¿Ve acertado (o necesario) que se apoye una y otra vez a los bancos y/o cajas, mientras que al pequeño empresario y particulares no le llega la financiación?

J.B.: Por lo que he dicho anteriormente me parece un disparate económico, pero desde el punto de vista de la elevada población en desempleo me parece profundamente inmoral que no se establezca dicho objetivo como prioritario. Es así mismo un suicidio social, a medio plazo, por su incidencia en la pérdida de sentido existencial que conlleva para muchas personas, en especial los más jóvenes.


Pregunta: El gobierno está tomando, a diario, medidas/recortes/estrategias, para aliviar la situación económica del país, pero la prima de riesgo sigue altísima, la bolsa bajando, el paro vergonzoso. ¿Qué está fallando?

J.B.: El Gobierno está preocupado por las entidades financieras actuales (existe lo que yo llamo la “superstición de la pervivencia de todas las entidades”, que olvida que en Estados Unidos en estos tres últimos años han quebrado más de doscientos bancos, algo que ha perjudicado a los accionistas pero no a la totalidad del país, y lo de la “gran dimensión” ha sido forzado directamente desde los Gobiernos para justificar el alto riesgo que implicaría una quiebra)

Así mismo el Gobierno se encuentra volcado en como por salvaguardar las distintas Administraciones públicas, incurriendo en muchos casos en los errores de los Gobiernos de Zapatero, permitiendo todo tipo de incremento de Tasas e Impuestos, que cada día restan más renta disponible a las familias de clase media.


En Japón, en los noventa, nació el concepto de “bancos zombis”, que se aplica a todos aquellos bancos que por mucho dinero que reciban no son capaces de dar créditos a la economía real, algo de lo que actualmente andamos sobrados en España; nuestro país va camino de aportar a la historia de la economía occidental el concepto de “Administraciones zombis”, que son aquellas que por más dinero que recauden solo generan desempleo y reducción de prestaciones para los contribuyentes.


Todo esto es lo que realmente está teniendo prioridad en la política del actual Gobierno, olvidando a aquellos que realmente son capaces de generar riqueza, y con ello la recuperación de la crisis.

Esto es lo que frente a los inversores internacionales nos resta credibilidad y nos hace muy vulnerables a cualquier movimiento financiero especulativo.


Pregunta: El programa del PP difiere mucho de lo que realmente está realizando, sigue recordando las políticas de ajuste de Zapatero (superando con creces) ¿Cree que ésta actitud no crea aún más desconcierto?

J.B.: Hace unos días, en una tertulia radiofónica sobre economía, de la que soy tertuliano habitual, manifesté que quizás, como sucedía en la película “Ladrones de cuerpos”, los miembros del Gobierno habían sido abducidos por alienígenas. En este caso por alienígenas paranoicos, capaces de desdoblarse permanentemente, adoptando políticas simultáneamente intervencionistas y liberales (suben impuesto directos e indirectos, suben impuestos y reducen las inversiones públicas, etc.).

Ya sin bromas, la impresión que tengo es de una continua improvisación y una absoluta carencia de Sentido de Estado.



Pregunta: El 13 de julio hizo una entrada en su blog "Quizás sobre inteligencia pero faltan entendederas" ¿realmente el gobierno actual de España, no tiene los pies en la tierra? ¿se necesita gente con más sentido común? ¿o políticos que tengan un peso serio en Europa?

J.B.: Este artículo me está sorprendiendo por el éxito que está alcanzando, por la calidad de las opiniones que se suscitan al hilo de su lectura, así como por los nombres de prestigio que firman algunas de ellas.

Creo firmemente que necesitamos gobernantes que sean gente “normal”, que sepan lo que es crear una empresa y luchar por conseguir clientes y superar impagos, y por gente que sepa lo que es luchar por mantener un puesto de trabajo y ayudar a un compañero en el desempeño del suyo, así como que sepa lo que vale el metro-bus, etc.


Los últimos años, por defecto o por exceso no estamos teniendo personas “normales” y esto siempre trae fatales consecuencias. Tan malo es el complejo de “descamisado” como el de “elite intelectual”, porque además son falsos, ni los primeros son unos descamisados (ni lo han sido nunca), ni los segundos son la elite intelectual de este país (ni lo han sido nunca).

En cuanto a Europa, ahora está de moda la expresión “más Europa”, pero hay muchas Europas, la de Carlomagno, la de las Universidades, la de Napoleón, la de Hitler,…
Resulta curioso que unos gobernantes que en su mayoría se averguenza de las raíces cristianas de Europa, proclamen la necesidad de “hacer más Europa”.

Donde no hay un hecho social no podrá haber un orden político. Si Europa no recupera sus raíces, como nos animaba Juan Pablo II, no habrá Europa, al menos no será la Europa de la defensa de la dignidad de la persona, de todas y cada una de ellas, ya que esta tiene su origen en nuestra cultura judeo-cristiana común, que cada vez es menos común.



Pregunta: Se está hablando en muchísimos sectores de la sociedad, que esta crisis, no es solamente económica, sino también de valores. ¿Está usted de acuerdo?

J.B.: Creo que he respondido sobradamente a esta pregunta. ¡ESTOY ABSOLUTAMENTE DE ACUERDO!


Pregunta: Un mensaje de esperanza ¿?

J.B.: Creo en la capacidad que toda persona tiene para superar circunstancias aparentemente extremas y degradantes, convirtiendo el sufrimiento y la injusticia sufridos en crecimiento interior y madurez afectiva, a pesar de todos los pesares.

También creo que toda persona, que sea capaz de organizarse inteligentemente con otras,  en un proceso continuo de acción y reflexión, bajo unas líneas de comportamiento manifiestamente ético, contribuirá eficazmente al logro de aquellas soluciones que en mayor medida contribuyan al desarrollo personal y social de  sus conciudadanos.


En el caso concreto de España tengo una gran confianza es el peso de las familias, que son las que actualmente están evitando un autentico estallido social, acogiendo y ayudando económica y afectivamente a tantas personas en paro.

Desde estos fundamentos, incluso a pesar de nuestros políticos (al menos de la mayoría), nuestra sociedad saldrá adelante. Si de algo servirá esta crisis será para redescubrir los valores que verdaderamente conforman a la persona y la hacen feliz.

Helena Rodríguez Torres.





1 comentario:

  1. ¡Muy buena la entrevista! El Sr. Barta lo explica con muchísima claridad.

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