lunes, 22 de junio de 2015

'El Abuelo' de Pérez Galdós en el cine

En este trabajo se pretende comparar las dos películas españolas más importantes sobre la obra de Pérez Galdós de El abuelo.

Por ello haremos un breve análisis de esta obra, ya que, al ver los temas principales de la misma, podremos observar lo que se puede o debe resaltarse al llevarla a las salas de los cines, siempre y cuando se quiera seguir la versión que hizo Pérez Galdós.

Me centraré sobre todo en comparar dos versiones de El abuelo, una de ellas será, quizá la más conocida, del director José Luis Garci. La otra película a la que me referiré será la del director Rafael Gil, titulada como La duda, basada en la obra de Galdós.

De cada una de estas versiones haré una ficha cinematográfica y analizaré brevemente el contexto histórico de cada una de ellas, ya que la de Garci es de 1998 y la de Rafael Gil es de 1972.

Y por último nombraré otros trabajos cinematográficos que se hicieron de la obra El abuelo en España.

En este trabajo haré más hincapié en la figura de este director desconocido llamado Rafael Gil, ya que es uno de los directores de cine más importante en la historia del cine español, pero que por motivos ajenos a su trabajo y a su labor cinematográfica se le ha dejado de lado. Por este motivo, me extenderé más en él y en su trabajo.

El abuelo de Pérez Galdós

Benito Pérez Galdós es uno de los novelistas y dramaturgos más importantes del siglo XIX. Nació en las Palmas de Gran Canaria en mayo de 1843 y falleció en 1920. El máximo representante de la novela realista española, ocupó un sillón en la Academia en 1897, en cuyo discurso de investidura habla sobre el cambio social, mostrándose esperanzado (más que la generación del 98) con la destrucción de la clase burguesa, habla desde una perspectiva positiva. Además fue nominado al Premio Nobel 1912.

Se trasladó a Madrid a estudiar derecho (carrera que dejó al poco tiempo de llegar), ciudad en la que entró en contacto con los ambientes de los cafés literarios y de las tertulias en el Ateneo.

Trabajó como periodista, profesión que le llevó a viajar por toda Europa para ser corresponsal, y es en estos momentos cuando adquirió muchas referencias de las corrientes culturales que se daban fuera de nuestras fronteras. Influencias que le acompañarían en toda su labor literaria.

El periodismo le permitió gran parte de sus logros, ya que en la prensa se dio a conocer como escritor gracias a las novelas por entregas. Además le servía como una fuente de ingresos, y le ayudaba a experimentar, literariamente hablando, con nuevos temas o personajes.

El autor de La desheredada, Fortunata y Jacinta, o Electra, entre muchas obras, llegó a entrar en el mundo de la política, siendo diputado en las Cortes por Madrid por la Conjunción Republicano Socialista y en 1914 es elegido diputado por Las Palmas.

Galdós va a crecer en el Post-romanticismo español, se verá envuelto en traducciones francesas y en novelas por entregas o folletines, aunque rechace toda la literatura romántica que en ellos hay.

Los modelos narrativos que se dan son dos: el Costumbrismo y la novela histórica. El género costumbrismo viene del siglo VIII, pero es en el siglo XIX cuando se publica en prensa.

Pérez Galdós quiso mostrar el cambio del Antiguo Régimen a la España moderna. Por ello se fija en los aspectos más populares, en los detalles, y escoge a esos personajes y esos temas. Junto a él, podemos considerar autores costumbristas a Mesonero Romanos o a Larra.

Y en cuanto a la novela histórica, propia del Romanticismo, en España, se copian los modelos franceses y el modelo inglés (por ejemplo Walter Scott). Aquí se muestra la veracidad en el carácter de los personajes, igualmente la veracidad de las costumbres populares que refleja la novela y del contexto histórico y el espíritu de la época.

Los realistas son los que intentan romper con los códigos lingüísticos novelescos que interfieren en la realidad. El Realismo, toma de la novela histórica los mecanismos de narración y el desarrollo de la misma. Y el Costumbrismo aporta la descripción de la cultura popular, pero hay que decir que entorpeció bastante el auge y desarrollo de la novela realista por el enorme éxito de los artículos costumbristas. Los ciudadanos preferían esas lecturas. Galdós comenzaría a publicar novelas realistas en 1870, siendo uno de los primeros escritores españoles en hacerlo.

Como último apunte, hemos de destacar que Galdós, para la construcción de la novela, ve muy importante la clase media y su intensa vida privada. La problemática que ve en ellos es susceptible a ser temas de sus obras más importantes: el adulterio, la familia y la religión. Para nuestro autor, el novelista debe mostrar la realidad, lo que ocurre, pero no debe dar su opinión al respecto. La idea es permanecer fuera del relato, buscar esa objetividad tan periodística.

Es importante para entender la obra galdosiana, que este autor tiene muy presente el vicio de la presunción. Además quiere reproducir el lenguaje de las clases populares, defiende ese lenguaje, sus expresiones, quiere reproducir el habla del pueblo. Por otro lado, muy presente en la obra que explicaremos a continuación, veremos el papel de la mujer en Galdós. Las mujeres son las que tienen más fuerza en su obra, más que los hombres, son las que actúan, pero siempre Galdós les pone un papel negativo, se mostraba muy conservador con respecto a este tema: quería que la mujer estuviera a cargo del cuidado de su familia, era el eje del núcleo familiar y debía estar en casa.

El abuelo

Su obra El abuelo fue escrita en 1897, en forma de novela dialogada de cinco jornadas, formando parte de las novelas dialogadas de su última época.

En 1889, Galdós publica la primera de sus novelas dialogadas (Realidad) y, pocos años más tarde, comienza las versiones teatrales de estos mismos temas, de estas mismas obras. Como es el caso de la obra que nos atañe en este texto.

Sus novelas están vistas con el esquema fijo del teatro: planteamiento, nudo y desenlace, es decir, que Galdós traspasa el teatro a sus novelas, no a la inversa, tal y como afirma Manuel Alvar. Quiere hacer del teatro una lectura.

Como digo, El abuelo es una novela dialogada que el propio Galdós convirtió en una obra de teatro, llamada de la misma manera. La obra de teatro fue estrenada en el Teatro Español de Madrid el 14 de febrero de 1904, con Fernando Díaz de Mendoza como Conde Albrit. Años más tarde, su nieto Fernán Gómez haría el mismo papel en la adaptación cinematográfica de José Luis Garci.

Esta obra también se representaría en 1920, en el mismo teatro que la anterior. Es importante resaltar la influencia de El Quijote en esta novela. Lectura que influyó mucho a Pérez Galdós y a la que hace referencia.

Y una de las representaciones de esta obra más recientes fue la que se dio en el Centro Cultural de la Villa de Madrid, en el año 2007. Fue una adaptación de  Altamira y de Villacís. Dirigida por Ángel Fernández Montesinos, la obra se llamó La duda, y en lugar de un hombre, el personaje principal era una mujer.

El argumento de esta obra gira en torno a un tema muy galdosiano: el honor. Este drama narra la vuelta a casa de un conde, el Conde Rodrigo Albrit, que regresa de Perú sin su fortuna tras la muerte de su único hijo. Regresa a Jerusa, su ciudad, para hacer justicia al honor de su familia, ya que una de sus dos nietas, no es nieta legítima, sino que es consecuencia de la infidelidad de su nuera hacia su hijo.

A su regreso, el Conde, siendo pobre, quiere seguir siendo tratado como antaño, con todo tipo de lujos, tal y como su clase y condición merece y exige. Intentará durante toda la obra descubrir quién de sus nietas no es la verdadera, la que no comparte su sangre, y por tanto no comparte sus títulos ni su apellido.

Rafael Gil y La duda

Estudiaremos ahora la figura de Rafael Gil, uno de los directores de cine más importantes de la posguerra española y, también, uno de los más olvidados.

Nació en Madrid en 1913 y falleció en 1986. Fue director de cine, pero antes comenzó siendo un crítico del séptimo arte en prensa (ABC) y en revistas especializadas (Popular Film, Nuestro cinema,…).

Es autor de varios libros como Luz de cinema (1936), Justificación del cine español (1945), El guión cinematográfico (1944), Recuerdo y presencia de Eusebio Fernández Ardavín (1965).

Realizó numerosos largometrajes para Cifesa, varios de ellos sobre obras literarias como Don Quijote de la Mancha (1947), La Duda (1972) o La guerrilla (1973). También fue guionista en películas como Eloísa está debajo de un almendro (1943) o en El Clavo (1944).

Gran admirador de John Ford, de Hawks, de Capra o de Vidor, fue un gran cineasta y amante del cine español, aunque no fuera demasiado aficionado a Buñuel, siempre defendió nuestro cine y alentó a tener un cine propio.

“Para mí, la adaptación de una obra literaria tiene dos aspectos primordiales. De una parte el profundo respeto que inspira, y de otra la confianza en un autor y en una pieza”. Rafael Gil.

Esta afirmación dice mucho de su cine. En la película de La duda, el único cambio que hace con respecto a El abuelo de Galdós es el título. Rafael Gil sigue al pie de la letra la obra de Galdós, no hace modificaciones en los personajes, respeta todos los diálogos fundamentales de la obra, y capta a la perfección el espíritu de los protagonistas. Además no adelanta y crea acontecimientos.

La película refleja muy bien todas las escenas de Galdós, por ejemplo en las clases de don Pío, cuando las niñas se rebelan ante la lección. O cuando acuden a recibir a su abuelo, el Conde Albrit, que al principio le temen y luego se acercan a él.

Además, a diferencia del trabajo de Garci, Rafael Gil respeta mucho los tiempos y el orden de las escenas. Por ejemplo, Garci muestra desde el principio la situación del profesor de las niñas con sus hijas, como estas maltratan a su padre don Pío. Por el contrario, Gil espera hasta el final de la obra (cuando está con el Conde planeando su suicidio) para mostrarlo al espectador, tal y como Galdós dejó escrito.

También refleja muy bien el sueño que tiene el Conde de Albrit en el que se ve como quiere matar a su nieta ilegítima. Escena que Garci suprime.

Garci y su versión de El abuelo

José Luis Garci es uno de los directores del cine español más populares. Nació en Madrid en 1944 y es uno de los pocos directores que tienen un premio Óscar a sus espaldas por el largometraje Volver a empezar (1983).

Su primera película fue Asignatura pendiente, rodada en 1977. Y fue en 2013 cuando dijo públicamente que dejaba de hacer cine.

En 1992 consiguió el Premio Nacional de Cinematografía y en 1997 con la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes.

En los años 90 comenzó una serie de adaptaciones literarias, como la obra de teatro de Gregorio Martinez Sierra, Canción de Cuna (1994), llevada al cine anteriormente Mitchel Leisen; La herida luminosa (1997) de José María de Sagarra; y el largometraje en el que nos centraremos: El abuelo (1998) de Pérez Galdós, con el que cierra una trilogía de adaptaciones literarias. La última obra que ha adaptado ha sido una de  Miguel Mihura: Ninette (2005) y a Ramón Pérez de Ayala en Luz de domingo (2007).

La película protagonista de este trabajo, El abuelo, dejó eclipsada al resto de versiones cinematográficas que se hicieron de la misma. Pero no respeta la toda la obra, ya que se puede hablar más bien de una adaptación ya que, en ocasiones, no vemos a Galdós por ninguna parte.
Este film tiene una bonita fotografía, una estupenda banda sonora, está muy bien elaborada técnicamente, con esos planos y las escenas exteriores. Pero en cuanto a la historia se refiere hay una serie de cambios.

Por ejemplo uno de los más significativos es cuando Senén le dice que sabe el secreto de la hija ilegítima de Lucrecia gracias a que conservó una carta a su amante, el pintor. Y con esto, Senén intenta extorsionar al Conde de Albrit para conseguir un anillo que él lleva. Pero esto no sucede en la realidad de la obra de Galdós, donde Senén simplemente le da al Conde el nombre de su nieta ilegítima por despecho, porque Lucrecia ya no precisa de sus servicios y lo expulsó de su casa.

También añade una escena que no aparece en la obra, y es cuando Lucrecia está en la mesa con el alcalde y su esposa, y con doña Consuelo, tras la disputa con Senén. Allí, los comensales tratan de abordar el asunto de la nieta ilegítima, pero Lucrecia les frena en seco y saca los trapos sucios de Senén, y les anuncia lo que decía de cada uno de ellos.

Además altera el orden de algunas escenas, como es el caso de la disputa entre Dolly y Gregoria, la que antiguamente sirvió al Conde. Dolly le reprime por tratar mal a su abuelo. Pues bien, Garci muestra esta escena bastante antes de saber incluso quién de las nietas es la verdadera. Garci adelanta esta escena, que en Galdós es una de las últimas (la escena XV).

Además suprime escenas. Una de ellas es cuando se muestra la furia del Conde cuando le da en la cabeza a Venancio la suprime, esto es de importancia para entender al ‘León de Albrit’.

Además Garci pone en boca de don Pío esta frase al final de la película: “El honor, una buena mierda”. Impensable para Galdós, quién tenía fascinación por el honor, uno de sus temas predilectos.
Y en cuanto al final de la obra, Garci lo altera y prefiere que don Pío y el Conde, junto con Dolly, comiencen a filosofar sobre La vida es sueño de Calderón.


Ficha técnica de las películas sobre El abuelo
Ahora veremos la ficha técnica de ambas películas mencionadas anteriormente. Primero veremos la versión de Rafael Gil, y luego la de Garci.
Rafael Gil:
Título:
La duda.
Año:
1972.
Director:
Rafael Gil.
País:
España.
Elenco:
Fernando Rey, Analía Gadé, Rafael Alonso, Ángel del Pozo, Marcelo Arroita-Jáuregui, Pilar Bardem, Armando Calvo, Inma de Santis.
Productora:
Coral Producciones Cinematográficas.
Premios:
Premio de la Concha de Plata al Mejor actor: Fernando Rey (San Sebastián).
Cartel:


José Luis Garci:
Título:
El abuelo.
Año:
1998.
Director:
José Luis Garci.
País:
España.
Elenco:
Fernando Fernán-Gómez, Rafael Alonso, Cayetana Guillén Cuervo, Agustín González, Cristina Cruz Mínguez, Alicia Rozas.
Productora:
Nickel Odeon.
Premios:
-          13 nominaciones a loss premios Goya.
-          Premio al mejor actor (en los premios Goya) a Fernando Fernán Gómez.
-          Nominada a los Óscar como mejor película de habla no inglesa.
Cartel:

Otras versiones de El abuelo

Yo escogí estas dos versiones, la de Garci y la de Rafael Gil, y que una es la película más conocida de Galdós, y la otra, quizá la menos destacada. Pero veamos a continuación otras versiones de películas inspiradas en esta obra de Galdós.

Una de las más destacadas es de José Buchs. Este director de cine que nació en Santander en 1896 adaptó la novela de El abuelo de Galdós en el año 1925.

El actor Modesto Rivas encarna el papel del Conde de Albrit, Ana de Leyva actuó como la condesa Lucrecia, y Arturo de la Riva como el profesor don Pío, entre otros.

Esta versión está producida por Abelardo Linares, y con Fernando Roldán como asistente del director.

Otra de las adaptaciones a la pantalla de esta obra fue la de 1969, a manos del director Bernardo Ballester y de Fernando García de la Vega, junto con Álvaro de la Iglesia. En esta película fue elaborada para ser emitida en la televisión el 18 de febrero de ese año.

Fue emitida en el espacio Estudio 1, con un elenco de lo más variado: Rafael Rivelles, María Fernanda D'Ocón, José Franco y Enrique Vivó, entre otros.

Por último, nombraré una de la películas más importantes basadas en esta obra. En esta ocasión fue un film argentino rodado en 1954 dirigido por Román Viñoly Barreto y escrito por Emilio Villalba Welsh.

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