El otro día en clase me dijeron: "dime alguien famoso a quien
admires". Sinceramente, no supe responder, hace tiempo que no me pasaba algo
así. No los tenía muy a mano y mi familia no valía para este ejemplo de clase. Tampoco son muy conocidos aquellos que merecen serlo. Algunos hay,... pero no interesan.
Entonces me puse a pensar…. Y curiosamente los personajes
que más me gustan eran aquellos que defendían la vida, el vivir en paz y
armonía, de buen rollo siempre, gente feliz, optimista y comprometida. Desde los
más famosos hasta los más olvidados. En esta lista mental de mi personal “top
ten” hay personajes como Bob Marley hasta personalidades como el doctor
Lejeune.
Me gustaría pararme en este último.
Considero que el doctor Lejeune es una gran opción.
Descubridor de la causa del sínrome de Down, el padre de la genética. Juan
Pablo II abrió el proceso para su beatificación y conociendo un poco su vida
entiendes el porqué.
Fue un infatigable defensor de la vida pero usaron su
descubrimiento en su contra, para hacer un racismo cromosómico. Un aspirante a
premio Nobel de Medicina que nunca lo llegó a conseguir por decir de la
Organización Mundial de Salud que se había convertido en “una institución para
la muerte” tras permitir el aborto.
Personajes así impactan. Gente más que cualificada que no son
comprendidos por la sociedad y que los mantienen en silencio hasta que
resurgen, siendo figuras en aquello por lo que lucharon. Lejeune, cercano a
Juan Pablo II, fue en varias ocasiones el representante de la Santa Sede en la
URSS. Y sobre todo, por lo que le quisieron silenciar fue porque hablaba en
nombre de la ciencia: desde el momento de la concepción ya hay vida.
Tuve la suerte, gracias a la revista Mundo Cristiano de
hacerle una entrevista a su viuda, Madame Lejeune que tan sencilla ella me
acogió y me habló de su marido y su obra. Ella fue la encargada de continuar
con su legado, dándole a su marido una segunda oportunidad para cambiar el
mundo, y así como la primera vez, lo está volviendo a hacer. Salvando vidas de
bebés que no pueden gritar para pedir ayuda.
A veces me pregunto cómo a la gente se apoya 100% en la
ciencia, se dejan caer con toda seguridad sobre ella porque “está demostrado y
hay datos” cuando en realidad ellos jamás podrán comprobar algunos de los experimentos
porque entre otras cosas no tienen un acelerador de partículas en casa. Al fin
y al cabo es lo mismo: se creen lo que dice un científico. Dime a quién admiras y te diré que te mola.
Debemos ser
críticos, y debemos ser inteligentes viendo que ciencia y razón caminan en el
mismo lado y que hay cosas que son Verdad sin ser tan tangibles como ellos
quieren. Qué cada uno tiene su papel y que ambos no son excluyentes. Hay todo un orden en el caos del
cosmos, casualidades de la vida,…
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